Zenobia Camprubi: Hay quien le llama amor a cualquier cosa, a la necesidad patólogica del otro, al parasitismo más feroz y destructivo, el escritor juan Ramón Jímenez premio NOVEL de 1956 necesitaba a su esposa Zenobia Camprubi, pero esto no significa que la quisiera bien o ( incluso que la quisiera) ¿puede querer alguien un personaje tan egocentrico...? parecian la pareja perfecta . Hasta que en 1991 Graciela Palau de Nemes editò y publicó la primera parte del diario de Zenobia ella en la primera pate intetna salvar lo insalvable: la leyenda rosa de amor: solo poco antes de su muerte el reconocio la ayuda y colaboración de su esposa. cueando ella recibio la notica del premio de él ya no podia hablar, bien es verdad que al fallecimiento de ella el eloquecio de pena, el murio año y medio más tarde, a su muerte se encontro una libreta que decia . A Zenobia de mi alma este recuerdo de su Juan Ramón.
2 comentarios:
Gracias, Esperanza, mucho gusto en conocerte y haberte hecho seguidora de mi blog de ENLAZADOS.
Mirado por encima, observo un bonito y buen blog. pasaré con más tranquilidad para mirar más a fondo ya que veo buena e ilustrativa literatura y trabajos.
Saludos afectuosos desde Avilés.
Leonor.
Creo que como en cualquier instancia del ser humano es importante el equilibrio, aunque también en el amor el extremismo cobra su recompensa. Tu nota menciona casos en los que se llega a la codependencia,sólo los involucrados sabrán que tanto amor pudieron darse.Generalmente citando a los Beatles :"el amor que das es igual al amor que recibes",aunque como bien ilustras en éste escrito, nunca se sabe en el zoologico humano la dimensión del loco y sus variantes.
Publicar un comentario